Si sentimos que al expresarnos sexualmente en pareja no hay un disfrute, existen diferencias de opinión, hay malestar y poca o nula apertura al tema, es el momento de decidir por el coaching sexual. Es una forma de buscar la reparación de ese aspecto tan importante en nuestra vida, la sexualidad; la pareja al sentirse comprendida y poder expresar sus problemas, siente un impulso que puede generar cambios mucho más profundos, como lo son: valorar en su justa medida la sexualidad, sus beneficios, el placer que provoca, las emociones, la comunicación e inclusive mejorar la autoestima y las habilidades sociales. Cuando no se ha recibido una buena y abierta educación sexual, es necesario que la pareja, que desee mejorar su sexualidad, se decida por el coaching sexual.

El coaching sexual fomenta que la pareja pueda lograr sus objetivos, al establecer el rapport con ambos, haciéndolos sentir cómodos, utilizando la escucha activa, una comunicación clara, directa, empática y observando sus comportamientos para darles retroalimentación que favorezca la comunicación ordenada y respetuosa.

¿Con el coaching sexual pueden mejorarse las habilidades sexuales?

Es importante indagar cuál o cuáles son las causas de la insatisfacción, explorar el nivel de comunicación sexual entre la pareja y averiguar los aspectos de la historia sexual de cada miembro y así cómo saber que puede estar afectando su relación en el momento presente.

Al documentar la información, el coach sexual diseña un plan de trabajo, ya sea con ambos o en sesiones individuales, para que cada uno conozca mejor sus deseos y gustos, sepa cómo comunicárselos al otro y posteriormente, determinen en forma conjunta, sus propias necesidades, gustos, fantasías y experiencias que decidan vivir, sin juicio y con la apertura que se requiera para satisfacerse mutuamente. Lo que pase en la pareja es un tema de ambos y solo debe importarles a ellos y a nadie más. Uno de los acuerdos, podría ser que en lugar de tener sexo diariamente, la pareja decida que sus encuentros pueden ser semanales, pero de mayor intensidad, hay veces que es mejor la calidad que la cantidad.

El coaching sexual no busca mejorar las técnicas sexuales o su práctica en general, yo trabajo para que progrese la pareja en la comunicación, en sus actitudes, en la gestión de sus emociones, para reconocer los valores, las relaciones, el respeto y muchos beneficios que se pueden al lograr al abrir la puerta de un apoyo profesional, que le permitirá avanzar en su vida personal y sexual.

Al romper en la vida y en la sexualidad los paradigmas, aprender, reaprender, cocrear, estar dispuestos al cambio y eliminar el miedo al juicio, a la pareja le dará un respiro y una nueva visión, que se traducirá en lograr grados de libertad insospechados para permitir el disfrute pleno.